Administración financiera
Ya viene el cierre del año y muchas personas comienzan a pensar en sus propósitos para el 2020. Los más comunes tienen que ver dieta o ejercicio, pero casi todos nos proponemos fijar algún buen hábito y tratar de seguirlo por el resto del año, aunque desgraciadamente esto puede ser muy difícil.
Hablando de dinero, cumplir el propósito de saldar tus tarjetas de crédito o ahorrar resulta prácticamente imposible si vivimos siempre con un presupuesto ajustado.
Por eso el primer paso es hacer un balance de lo que gastamos y en qué, así procedemos a los ajustes con mayor facilidad.
Para lograr este balance la mejor herramienta es hacer una especie de “estado de cuenta” personal, te explicamos cómo..
Un estado financiero personal no es más que un documento donde a grandes rasgos se puede ver tu situación económica. Entre otras cosas incluye ingresos, activos y pasivos.
Toma en cuenta que si vives en pareja y los dos trabajan, esta herramienta puede ser muy útil para hacer planes y reajustes a corto, largo y mediano plazo de sus metas financieras.
Para hacerlo de forma sencilla:
Los segundos son los gastos necesarios de cada mes que no pueden ser suprimidos, en esta categoría también se incluyen las deudas: anota desde lo que gastas en comida hasta tu pago mensual del préstamo que sacaste en la tienda.
Una vez detallado este panorama es más fácil analizar la información y realizar ajustes si es necesario en distintas áreas de nuestras finanzas personales, para así alcanzar el objetivo de ahorro que se haya fijado previamente.
Hacer un balance personal también sirve para revisar en qué se está yendo casi todo tu dinero y detectar si estás derrochando o haciendo gastos innecesarios.
La recomendación es realizar este estado de cuenta al finalizar el año, así puedes hacer ajustes en el nuevo período y comenzar a comparar tus estados con los anteriores para darte cuenta si en realidad cumpliste con los objetivos.
Un balance financiero personal puede hacerse en cualquier momento, recuerda que la idea principal es que sea una herramienta que te ayude a mantener tus finanzas sanas siempre.
Un presupuesto tiene la característica de que puedes cambiarlo conforme el paso del tiempo. Si gastaste de más, puedes incluirlo en tu cuenta mensual. Te servirá para saber qué tan corto estás de dinero.
Presupuesto = Ingresos – Gastos
Ambos son rubros importantes para hacer un presupuesto. Como ya vimos, los ingresos pueden ser tu salario y todo aquel dinero extra que recibas como renta de una propiedad, trabajos independientes, ganancias por ventas, etc. Todo aquello de lo que estés seguro de recibir.
Cosas que NO cuentan como ingreso:
Respecto a los gastos. Recuerda que pueden ser fijos y variables. Con fijos nos referimos a aquellos que pagas cada mes en la misma cantidad. Mientras que los variables pueden ser más costosos algunos meses y otros no.
¿Qué SÍ es un gasto fijo?
¿Y un gasto variable?
Al momento de ahorrar, lo mejor es recortar gastos variables. Sí estos son muy altos pueden asfixiar todos tus ingresos.
Identificar tus ingresos y gastos puede ser un poco tedioso y lento, pero no te tomará más de 30 minutos. Ese tiempo invertido te ayudará a ahorrar en un futuro.
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