Deudas
Sin duda las relaciones pueden ser complicadas. En ellas tenemos momentos de dicha y felicidad, es lo principal cuando compartes tu vida con alguien más.
Imagínate que en tu relación todo va mal y cuando más te gustaría mejorar la situación con tu pareja, más frustrado estás de no lograrlo porque parece imposible, pero tampoco te animas a salir de esa relación, ¿te ha pasado?
En especial con las deudas, si estás en una situación complicada seguramente ya te identificaste. Y claro, así como piensas separarte de tu pareja, ¿quién no quisiera divorciarse de sus deudas?
Pero, ¿cómo podemos divorciarnos de ellas sin terminar desfalcados? requerimos terminarlas en buenos términos o hasta incluso, ¿Por qué no? Darnos otra oportunidad con un nuevo crédito. Las deudas se presentan en nuestra vida no sin esperarlas, al contrario estamos conscientes, es necesario comprender su alcance y como nosotros poder superarlas, sobre todo entender cómo funciona una tarjeta de crédito.
Todo comienza cuando adquieres una tarjeta de crédito. Al principio de la relación se genera un sentimiento de comodidad. Te dejas llevar por lo fácil que es usarla para tus compras, como: cubrir necesidades, pagar gastos, darse gustos.
Pero, lo bueno viene después y es cuando el sentimiento de frustración llega, justo en el momento en que debe liquidarse y por diversos motivos como: desempleo, gastos imprevistos, mala administración de sus finanzas, enfermedad
En el mismo momento donde te das cuenta de que has dejado de pagar lo que corresponde, sin duda aparecerá la presión de un tercero, en este caso el banco o bien un poco amable agente del despacho de cobranza.
Si estás en una situación donde el panorama estresante y sientes que ya no verás la luz al final del túnel, lo primero que deberás hacer es tener paciencia y elige muy bien los pasos que darás para salir de ahí.
Un clavo no saca otro clavo, por lo que liquidar un crédito con otro crédito no es la mejor opción, te enfrascas en una relación más complicada que la anterior, convirtiéndose en un círculo vicioso, a menos que tu deuda se encuentre en buen estado y decidas llevar a cabo una consolidación.
Divorciarse de las deudas es complicado al inicio, poco a poco recuperarás el ritmo de tu vida y te aseguro que tu tranquilidad en ese primer día sin deudas no tendrá precio alguno.
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