Deudas
Es muy complicado pensar que nunca pasaremos por alguna situación complicada por deudas, pero todos estamos expuestos y afectan tus emociones.
Las tarjetas de crédito, préstamos personales y de nómina son los más populares en la vida financiera de muchos mexicanos. Las razones de endeudamiento pueden ser varias, pero principalmente: por emergencias, falta de información y uso sin medida, pero no solo se queda en eso…
Podríamos pensar que un problema financiero es solo eso, problemas de dinero, que lo único afectado es tu historial crediticio y el score en tu buró de crédito, cuando en realidad también entra en el juego tu salud emocional y también terceras personas.
El estrés que genera la preocupación de mantener un buen historial crediticio, tener un buen empleo, llegar al monto que hay que pagar mes con mes, tu vida personal ymucho más, terminan en un sentimiento de frustración enorme.
Además también hay efectos negativos en tu bienestar físico, se comienza a sentir un constante cansancio e insomnio severo que que se derivan en un mal desempeño cotidiano en actividades importantes como: la relación con tu familia, relaciones laborales y falta de concentración.
Conforme se transforma el problema también los efectos emocionales evolucionan, pues cuando comienzan las faltas o retrasos de pagos al banco, entonces aparecen los famosos despachos de cobranza.
Desde el 2010 se anunció que la CONDUSEF comenzaría a supervisar a los despachos de cobranza; explica que no deben de invadir la privacidad y mucho menos dirigirse con insultos o palabras fuertes, sin embargo siguen existiendo casos de abuso por parte su parte. Debido a la agresividad que pueden llegar a tener, es común entrar en pánico cuando suena el teléfono o cuando escuchas que alguien ha tocado la puerta.
Está muy claro que situaciones como las anteriores pueden desencadenar una serie de acontecimientos que probablemente están fuera de nuestro alcance y se terminan de reflejar en un sentimiento de enojo con el mundo y consigo mismo, entrando en una etapa donde cualquier cosa puede irritarte.
Comienza a aparecer la falta de motivación, comienzas a sentir que ya no tienes la energía suficiente para salir, estar con tu familia, convivir con amigos e incluso comienzas a dejar de disfrutar tu vida laboral. Todo lo que te gustaría hacer se ve opacado con la responsabilidad de lograr liquidar tus deudas, provocando un sentimiento de angustia.
Como lo leímos en párrafos anteriores, el estrés ataca tu salud en distintos sentidos, pero cuando se trata de las relaciones con otras personas, en especial con tu familia, puede ser un caos total, pues no te encuentras mentalmente sano para lidiar con las diversas situaciones que pueden presentarse.
1. Puede ser la causa de divorcios: Ya sea por problemas de comunicación donde se oculta el problema o simplemente discusiones que se generan a raíz de las deudas que terminan siendo situaciones muy hirientes. Te recomendamos leer: Salir de deudas en pareja.
2. No te permite apoyar el desarrollo de tus hijos: Independiente al dinero para sustentar su educación, es posible que como padres exista una ausencia, es decir una falta de atención y que resulta ser más dañino a largo plazo que la misma carencia de bienes materiales.
3.Contagias tu energía a los demás:Si es tu pareja, tus hijos o familiares cercanos, al final todos tienen algo en común: sienten más empatía por ti que nadie más y es posible que todo lo que te agobia a ti, tenga un efecto similar en ellos. En caso de tener hijos en casa, las consecuencias pueden notarse en un mal comportamiento o falta de interés para enfocarse en sus estudios.
No quiere decir que te guardes los problemas para ti mismo ni mucho menos que los ocultes a los ojos de los demás, a continuación te compartimos algunos consejos para que las consecuencias emocionales de tener deudas sean contrarrestadas de la mejora manera posible:
Todo problema tiene solución, lo importante es actuar a tiempo y tomar las mejores decisiones posibles y si en algún momento te sientes estancado, date un respiro, busca inspiración en tu familia o amigos y continúa. Recuerda que no importa cuántas veces te caigas, lo importante es que te levantes.
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