Productos financieros
Esta historia le ocurrió al amigo de un amigo…
Había una vez un chico llamado mmmm José, quién solía comprar por Internet usando su tarjeta de crédito. Debido a que era muy confiado de sus cálculos mentales para no gastar de más, no sintió la necesidad de revisar los movimientos de su plástico hasta que le llegaba el estado de cuenta.
De repente, un día observó una serie de cargos no reconocidos que lo alarmaron porque habían excedido su presupuesto. Al no saber cómo reaccionar, su deuda se fue incrementando hasta que le resultó impagable. Finalmente, José aprendió la lección a la mala, le habían clonado su tarjeta y habían hecho compras por Internet a su nombre.
La clonación de tarjetas, como su nombre lo indica, es copiar la información de un plástico para hacer uso de esa cuenta sin el consentimiento del titular. Estos casos son más comunes de lo que pensamos, ya que, según información de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), en el 2017 hubo alrededor de 6.4 millones de reclamaciones por un posible fraude con tarjetas de crédito y débito, entre los que se encuentra la clonación.
Se conoce como ‘clonar una tarjeta’ al delito que consiste en robar la información del plástico para luego utilizarlo y concretar transacciones fraudulentas.
En un primer momento, este tipo de delitos se limitaba al robo de información mediante dispositivos conocidos como skimmers. Con la ayuda de estos aparatos, los delincuentes robaban la información contenida en la banda magnética de la tarjeta, para luego transferir la información a un plástico vacío y realizar las transacciones.
No obstante, esta práctica ha crecido. Hoy en día los delincuentes han diversificado los métodos para tratar de robar la información sensible de los plásticos, como los Códigos de Seguridad (CVV), y así concretar compras en internet.
Hay ejemplos en los que los delincuentes envían correos electrónicos a los clientes anunciando movimientos extraños. Este es el anzuelo para dirigirlos a sitios web falsos, en los que se pide ingresar la información de la tarjeta, efectuando así el robo.
Generalmente es fácil percatarse porque esta información se utiliza para hacer compras o solicitar algún servicio, como pedir un préstamo. Por lo mismo, es recomendable revisar periódicamente los movimientos de nuestra cuenta, llevar un registro del uso que le damos a nuestras tarjetas y activar las notificaciones con nuestro banco.
Existen muchas formas en las que pueden robarte tus datos, pero entre las más comunes encontramos:
La mejor manera de llevar un control sobre la tarjeta e identificar posibles usos fraudulentos, es mediante la consulta constante de los Estados de Cuenta.
Hoy, gracias a la apuesta tecnológica, los bancos han desarrollado aplicaciones digitales que notifican al momento sobre cualquier operación realizada sobre la tarjeta. Este tipo de herramientas permiten detectar al instante posibles operaciones fraudulentas.
Si fuiste víctima del delito de clonación de tarjeta, gracias a los protocolos implementados hoy en día, el daño puede resarcirse. Sin embargo, resulta importante actuar a tiempo para que el banco pueda proceder.
Al respecto, la Condusef.gob.mx recuerda que en el caso de clonación y que existan operaciones no reconocidas, “tienes hasta 90 días naturales contados a partir de la fecha en que se realizó el cargo para hacer tu reclamación”.
A pesar que no existen herramientas que permitan identificar quién utilizó una tarjeta por internet, sí existen los mecanismos para detectar los movimientos realizados con cualquier plástico.
En la actualidad, los bancos ofrecen a sus clientes diversos métodos para conocer en tiempo real los movimientos efectuados con alguna tarjeta. Hay opciones en las que a través de SMS, se notifica al propietario del plástico, sobre movimiento. Esto permite identificar el uso indebido de la tarjeta.
Si te clonaron la tarjeta y realizaron compras por internet, lo primero que debes hacer es ponerte en contacto con tu banco para notificar la situación. Si detectas cargos no reconocidos, es necesario dar aviso a la institución, pues recuerda que sólo tienes 90 días, a partir de haberse hecho el cargo, para presentar una aclaración.
De acuerdo con Condusef, en el caso de clonación, una vez iniciada la aclaración, el banco comenzará con la investigación. A partir de este momento, la institución tendrá 30 días hábiles para dar una respuesta. Recuerda que la aclaración no procederá si el banco determina que tú o un tarjetahabiente adicional autorizaron el cargo.
En el que te llegan notificaciones o publicidad engañosa donde te dicen que ganaste un premio y para reclamarlo necesitas facilitar información personal.
En caso de que hayas extraviado tu plástico o te diste cuenta de algunos cargos no reconocidos, no pierdas tiempo y haz lo siguiente:
Para evitar pasar por esta penosa situación, te aconsejo aplicar las siguientes recomendaciones:
Recuerda que la seguridad de nuestra información es responsabilidad de cada uno, por ello hay que ser precavidos con el manejo de nuestras tarjetas y así evitar que hagan un mal uso de ellas.
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